Desde Puerto Mármol retomamos el camino de regreso hacia el aeropuerto de Balmaceda (después de ver las Capillas de mármol, ver entrada anterior). Más de tres horas de recorrido en coche a lo largo de la Ruta 7 o Carretera Austral:
Algunas estampas del camino de regreso:
Recodos del camino (2):
Frente al río Cajón (7):
Y nuevamente en el "bosque muerto" (8) de río Ibáñez. Estos árboles murieron en la erupción del volcán Hudson entre junio y noviembre de 1991. Considerada una de las más violentas de la historia de Chile, estuvo acompañada de tormentas eléctricas y lluvias torreciales:
Pasado el puente Manso (9):
En la confluencia de los ríos Ibáñez y Manso (10). Imposible abarcar tantos colores e inmensidad en una sola foto:
Y otra vez, frente al mirador del cerro Castillo (11):
En la impresionante cuesta del diablo (12):
Vistas de cerro Castillo desde la cuesta del diablo.
Ya en el camino al aeropuerto, después de desistir de llegar a la población de Coyhaique para repostar (por la tremenda parada en otras obras de mantención de la vía). Había que decidir si respostar, o llegar al aeropuerto a tiempo con muy poca gasolina. Coyhaique y su aeropuerto más próximo (Balmaceda) están a 56 kilómetros de distancia.
Estratos de colores morados y verdes, de camino al aeropuerto.
Y ya desde el avión:
Lago Pollux (el más largo) y lago Frío (1) a solo un par de kilómetros de la frontera con Argentina.
Río Yelcho desembocando en el Pacífico al lado de la localidad de Chaitén (6).
Volcán Osorno (12) desde las pistas del aeropuerto de Puerto Montt.
Vista de los volcanes Puntiagudo y Osorno.
Por fin, el cielo tenía estos colores cuando llegamos a Santiago:
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