lunes, 2 de julio de 2018

Viaje a la Patagonia: de Puyuhuapi a Puerto Aysén (4/11/2016)

Este día nos despedíamos de Puyuhuapi, y durante el desayuno, vimos a los lejos en fiordo, saltar a los delfines que aquí llaman toninas (Cephalorhynchus commersonii).

Delfín pío, tonina o delfín de Commerson.
 

El barquito de la foto (que nos había traído el día anterior), nos llevó de regreso al otro lado del fiordo Puyuhuapi, donde estaba nuestro coche, para continuar la Carretera Austral hacia el sur. En esta jornada teníamos que llegar hasta la ciudad de Puerto Aysén (así que en el tramo final de la jornada, nos desviaríamos de la Carretera Austral). Pero antes haríamos parada para intentar ver el glaciar Ventisquero Colgante en el macizo montañoso del Nevado de Queulat.

 Recorrido completo de la jornada.

Primera parte del recorrido, con parada para ver el glaciar Ventisquero Colgante:
 

Como indicaba este cartel en el parque, hicimos, por temas de tiempo (el meteorológico estaba muy lluvioso), los senderos 4 (mirador panorámico, a 200 metros) y 2 (sendero Laguna Témpanos, a 600 metros):

 

Así, comenzamos el recorrido entre árboles para llegar al mirador panorámico (recorrido 4):


Dos vistas desde el mirador panorámico, en las que puede apreciarse el glaciar, al fondo, entre la niebla y las cascadas que forma en su deshielo (el glaciar está indicado en una de las fotos, para aprender a intuirlo en las demás): 


Después continuamos andando para hacer el sendero hasta la laguna Témpanos (recorrido 2), donde desagua el glaciar. Para ello hay que cruzar el río Ventisqueros:

Río Ventisqueros mirando hacia el este.

Puente colgante por el que se cruza.

Río Ventisqueros mirando hacia el oeste.

Otra perspectiva del puente.

En el recorrido, el río queda a mano derecha y deja postales espectaculares por la cantidad de agua que arrastra:



Mientras tanto, se camina entre el bosque, y uno puede encontrarse (como le ocurrió al primero del grupo en el que caminábamos), a un cervatillo enano llamado pudu (Pudu puda) propio de estas tierras. No miden más de 40 centímetros de altura y son muy asustadizos:

Pudu macho

Detrás de cualquier recodo del camino puede haber un pequeño pudu.

La laguna Témpanos tiene el color típico de deshielo:





Al fondo de las siguientes fotos puede intuirse el glaciar y las cascadas de agua de toda la masa de hielo que hay sobre el macizo montañoso:





El camino de regreso por el bosque y el puente colgante que cruza el río Ventisqueros:









Al lado del coche nos encontramos a este pizpireto y confiado pajarillo llamado Cometocino patagónico (Phrygilus patagonicus):


Y retomamos nuestro camino por la Carretera Austral, hacia el sur, con un tiempo ya muy lluvioso:


El mal tiempo nos impidió visitar uno de los puntos recomendados en el recorrido de la Carretera Austral: el Bosque Encantado. Es una caminata por un bosque muy verde y frondoso lleno de musgos y líquenes que cuelgan en barbas y cubren troncos y ramas, dándole un aspecto mágico. El recorrido acaba en una laguna formada por el agua que cae de un glaciar situado sobre la montaña (otro más, esto es un abuso):


Pero llovía tanto que los puentes que se cruzan en el camino estaban sobrepasados por el agua de los ríos que cruzan, y los guardas del sendero nos dijeron que por seguridad (e imposibilidad), no se podía pasar. Así que nos dejaron andar un poco, hasta el primer puente (que efectivamente estaba cubierto por el agua) bajo una lluvia abundante y pertinaz, que nos dejó con la sensación de que aquel era de verdad un lugar precioso.

Al hacer esta entrada, veo que Google ha grabado con sus cámaras el recorrido en un día soleado, así que incluyo algunas imágenes (quizá es más espectacular en un día nublado en el que se destacan los verdes y no hay tanto contraste entre luces y sombras):






Final del recorrido del Bosque Encantado (imagen tomada en el recorrido que puede hacerse desde Google Maps).

Pero nuestro camino en aquel momento tuvo que continuar bajo la lluvia y las nubes bajas tras las que se intuían las montañas y los hielos que las cubren:




Era hielo lo que había sobre las montañas y se desacía en cascadas:


Abandonamos la Carretera Austral, para tomar la X-50, a lo largo del río Maniguales, y llegar, ya casi de noche, a nuestro hotel con cabañas en la ciudad de Puerto Aysén.



Donde probamos una de esas cervezas especiales (con influencias de colonos diversos), que se hacen por allí: 

La etiqueta de la cerveza está decorada con una foto de colonos en la barca en que llegaron para trabajar en la fundación de Puyuhuapi en 1935 (ver entrada anterior).

El día nos dejó con la sensación de querer volver a esos lugares tan difícilmente accesibles e impresionantes, que el clima, tan lluvioso y cambiante en esta zona nos había dejado ver solo a medias.

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