Viaje a la Araucanía: Parque Nacional Villarrica (25/03/2017)

Abandonamos las Termas Geométricas (ver entrada anterior) después de comer, camino a Pucón, pasando por dentro del Parque Nacional Villarrica, es decir, rodeando el volcán Villarrica por el lado este (en lugar del oeste, como hicimos para ir a las termas).

Así, ya un camino totalmente de tierra, nos llevó entre el bosque, hasta la caseta del parque (guardería), donde pagamos la entrada al mismo y nos ofrecieron un información con distintos caminos para recorrer.

Retrato de gobierno, váter y cartel de guardería: todo en la misma instantanéa.

 Información sobre el Parque Nacional Villarrica porporcionada en la guardería.

Recorrido y paradas que hicimos esa tarde.

Decidimos seguir el sendero al glaciar Pichillancahue, aunque sabíamos que no daría tiempo a llegar al glaciar.

Inicio del sendero en un bosque en el que podrían encontrarse araucarias, lengas, coihues, raulíes, mañíos y canelos.

El Parque Nacional Villarrica se caracteriza por ser uno de los pocos lugares de cremiento y gran concentración de una de las diecinueve especies de árboles del género araucaria: la araucaria araucana. Un tipo de coníferas (hoja perenne) propias del hemisferio sur (América y Australia).

Pronto las araucarias araucanas, estos árboles de tronco pelado hasta la copa piramidal, donde surgen las ramas con hojas duras apiñadas y acabadas en aguja, dominan el paisaje, sobresaliendo por encima del resto de los árboles.

La araucaria araucana (también llamada pehuén y pino araucano) tiene un crecimiento muy lento. Sus ejemplares se diferencian entre machos y hembras. Llegan a medir más de cincuenta metros de altura y más de dos metros de diámetro de tronco. Pueden vivir alrededor de 1000 años, siendo uno de los más longevos del mundo. Se consideran fósiles vivientes con origen en la edad Mesozoica.

La araucaria araucana tiene una distribución preferente a ambos lados de la cordillera de los Andes entre los paralelos 37 y 40, en Chile (entre las regiones de Biobio, Araucanía y Los Ríos) y en Argentina. Su estado de conservación es "amenazado" o "en peligro".

Venerables gigantes.

Detalle de las hojas de araucaria araucana.

La araucaria era un árbol de gran importancia para los pueblos indígenas mapuches y pehuenches (que recolectaban los piñones que produce la hembra a partir de los veinticinco años de crecimiento). Actualmente está protegido en Argentina y Chile, donde también es Monumento Natural.

Piñón de araucaria.

Se cría en terrenos con buen drenaje, casi siempre volcánicos, en zonas donde la nieve puede persistir gran parte del año, y donde las temperaturas estivales no son muy altas.

La madera de araucaria araucana (actualmente protegida), llegó a utilizarse para fabricar mástiles de barcos.

Tronco de araucaria araucana con su carterístico entramado en la corteza (a mí me recuerda a la piel de un reptil).

Retoño de araucaria.

Al llegar a esta zona del sendero, los árboles comienzan a desaparecer y el suelo está totalmente cubierto de oscura ceniza volcaníca (que en realidad puede verse dispersa a lo largo de todo el camino). Es pequeña piedra pómez, muy ligera, traída por el viento en las recientes erupciones (las últimas en marzo de 2015) del volcán Villarrica cuyo cráter está a casi cuatro kilómetros de este punto.

Desde aquí quizá podría verse el volcán Quetrupillán y y, si no fuera por las nubes, probablemente, el volcán Lanín.

A partir de aquí iniciamos el regreso de un sendero que, hasta el final, llevaría hasta el glaciar Pichillancahue. Un glaciar de hielo negro, pues está mezclado y cubierto por las cenizas del volcán Villarrica.

Regreso al bosque.

Árboles de araucaria araucana que se elevan sobre el resto de especies.

En la unión del tronco y las ramas de la araucaria araucana se genera un tipo de madera muy especial, que solo se extrae de árboles muertos por largo tiempo (1500-2000 años). Es una madera casi fosilizada, con gran concentración de resina, y que cortada en láminas y vista al trasluz, recuerda al ámbar por su color. Es el llamado picoyo, que los artesanos de la región recogen de los árboles caidos y entierran en nieve por meses, para después laminarlo y hacer con él objetos de ornamentación y orfebrería. 

 Rodaja de picoyo.

En esta foto también se ven algunos pequeños ejemplares de araucaria.

La araucaria araucana aparece actualmente en el reverso del billete de 2000 pesos de la República de Chile:

Fuente: http://www.billetesymonedas.cl/Billetes/BilleteActual/2000

Ha aparecido en sellos:

Y en los escudos de provincias, regiones y localidades chilenas:

Fuente Wikipedia: https://es.wikipedia.org/wiki/Araucaria_araucana

Escudos de la provincia de Nehuquén (Argentina), de la Región de la Araucanía (Chile), de la comuna y ciudad de Curacautín (Chile), de la comuna y ciudad de Temuco (Chile) y de la comuna y ciudad de Villarrica (Chile).

Otros habitantes del bosque.

Según parece, entre la fauna del Parque Nacional Villarrica, está el puma, el zorro chilla (gris), el halcón peregrino, la rana de Darwin, el pájaro carpintero negro, la tagüa común y el coipo o el monito de monte. 

 Carpintero negro (macho cabeza roja y hembra cabeza negra).

Fuente Wikipedia: De Gabriel Barrera Maffioletti - Trabajo propio, CC BY-SA 4.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=65259571

Coipo

Fuente Wikipedia: De Philippe Amelant - Trabajo propio, CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=2027013

 Monito de monte

Fuente Wikipedia: De José Luis Bartheld from Valdivia, Chile - Monito del Monte, CC BY 2.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=7198520 

Seguimos camino hacia Pucón, pero antes nos detuvimos en la cascada Salto del León, cuyo sendero de acceso es sencillo:

Extraña máquina en el estacionamiento de la cascada Salto del León.

Al llegar a Pucón hicimos una parada en la orilla del lago Villarrica, justo cuando se estaba poniendo el sol:

Las nubes impedían (así fue todo el día) ver el imponente volcán Villarrica, que (según nos decían) reina sobre la ciudad.

En la orilla campaban algunos bichejos locales como las taguas comunes (estas aves negras con pico y patas amarillas):

Viaje a la Araucanía: Termas Geométricas (25/03/2017)

Así que este era el panorama del lago Villarrica en el lugar donde nos alojamos (en el lado sur del lago) entre las poblaciones de Villarrica y Pucón:

Nuestro plan ese día, era ir a las llamadas Termas Geométricas:

Como puede verse en el siguiente mapa de satélite, las aguas termales (hay muchas termas en esta zona) se sitúan entre dos volcanes, el Villarrica (activo) y el Quetrupillán (inactivo). Del Quetrupillán, se cree que su última erupción fue en 1880.

La verdad es que en esta zona, en el límite entre la región IX de la Araucanía, y la XIV (no siempre regiones contiguas tienen números son contiguos) de Los Ríos, casi se alinean tres volcanes (en la vista de satélite pueden apreciarse sus conos nevados), que pueden verse (si las nubes lo permiten) bastante bien desde el aire, en algún vuelo hacia o desde el sur del país:

 Vista aérea de los tres volcanes en un vuelo desde Coyhaique a Santiago. El Villarrica (activo) justo en el límite de las regiones IX y XIV, el Quetrupillán (considerado inactivo) ya en la región XIV de Los Ríos, y el Lanín (activo), en la frontera con Argentina.

Mientras tanto, y de camino hacia las termas, pasamos al lado de las suaves playas orientales del lago Calafquén:

Son varias las termas que aprovechan las emanaciones y la circulación de arroyos o esteros de agua caliente (hasta 80º) en esta zona geotérmicamente activa dentro del Parque Nacional Villarrica:

En la población-balneario de Coñaripe de 1500 habitantes (donde están estas indicaciones), acaba la carretera asfaltada y continua un camino de ripio y tierra prensada.

En el que uno puede encontrarse de todo:

Finalmente llegamos a las Termas Geométricas, características por sus casetas y pasarelas pintadas de rojo intenso, que destacan en la quebrada llena de vegetación por la que se internan:

Camino desde el estacionamiento de vehículos hasta la entrada a las termas.

Basta con ir provisto de bañador y unas chanclas (o chalas). La toalla la proporcionan con la entrada.

Las termas fueron diseñadas por el arquitecto Germán del Sol, responsable también de los hoteles Explora del desierto de Atacama y de la Patagonia (en Torres del Paine):

Nada más entrar, comienzan a verse los vapores del agua caliente que emana de las (veinte) pozas, piscinas o piletas.

Cabaña restaurante de las termas, donde tomar un refrigerio.

La cabaña restaurante, con bancos y mesas en el exterior.

Las pasarelas se internan 450 metros en una quebrada natural, creada por el estero Aihue, en la falda sureste del volcán Villarrica.

El vapor del agua caliente en las pozas inunda ciertas zonas de recorrido.

Al fondo de esta pasarela se vislumbra una cascada.

El color y las líneas rectas de las pasarelas, dan un aire a jardín japonés al entorno.

Al final del recorrido, se llega a una cascada,... 

... en la que un par de asientos mapuches de madera (llamados huancos o wancos), esperan al que quiera sentarse a remojarse los pies:

No todas las pozas tienen las mismas temperaturas. Un cartel suele dar una indicación de la temperatura aproximada que puede variar dependiendo del día. Es importante ternerlo en cuenta porque, en algunas, el agua puede estar bastante caliente (aquellas cuyo calor es peligroso están cerradas).

Para más inri en un paisaje tan idilíco, evitando alborotos y con un poco de atención, pueden verse colibries, al menos en el momento en el que fuimos (marzo), los había (imposible hacer foto).

Las casetas alrededor de las pozas son vestuarios con taquillas, para dejar los objetos personales.

En las horas más tempranas todo está más tranquilo (aunque hay menos sol).

El vapor y la luz del sol entre los árboles.

Caseta vestuario con tejado camuflado.

Da gusto perderse un rato por las pasarelas rodeadas de helechos y enormes hojas de nalcas.