lunes, 8 de octubre de 2018

Viaje a la Araucanía (24/03/2017)

Viajar a la Araucanía es (etimológicamente) viajar al "lugar a donde a habitan los araucanos", que es como llamaron los españoles del siglo XVI a los habitantes mapuches, que encontraron, en ese tiempo, en esta zona del planeta.

Situación de la región de la Araucanía chilena en el mapa.

Políticamente, la Araucanía es la región IX de Chile, la que está justo debajo de la región VIII (aunque lo parezca, esto no es evidente, ver entrada sobre las regiones de Chile), llamada Biobío, nombre que recibe por el río que la atraviesa. 

Límites actuales de la Región IX de la Araucanía.

Se dice que la Araucanía, geográficamente, comienza en Chile al sur del río Biobío, como frontera natural que los colonizadores venidos del norte (ni españoles, ni incas, ni quién sabe qué otros), no pudieron traspasar por la cerrada resistencia que oponían sus pobladores de entonces: los mapuches o araucanos. Y terminaría donde empieza la Patagonia (más o menos a la altura de la Isla de Chiloé). En cualquier caso hay que tener en cuenta que los araucanos o mapuches también poblaban y pueblan parte del hoy territorio argentino.

Ilustración de la Batalla del Maule entre incas (esos seres pacíficos, casi élficos) y mapuches hacia finales del siglo XV de Felipe Guamán Poma de Ayala (cronista peruano 1534-1615).

De hecho, la llamada Guerra del Arauco, llegó a durar entre 230 y 300 años (según las fuentes), o más, si se tiene en cuenta que comenzó con la llegada de Diego de Almagro en 1536 (y sus primeros desencuentros), y no se sabe bien cuando acabó, o si de hecho ha acabado. Oficialmente se intentaba cerrar con los (recursivos) Parlamento(s) de Negrete, (1726, 1771, 1793, 1803) pero el conflicto siempre quedó latente y enquistado. Por lo que, para España, realmente acabó en 1818 con la Independencia de Chile, cuyo nuevo gobierno, de una forma u otra, heredó un conflicto que, del todo, no está cerrado.

Batalla entre mapuches y españoles (ilustración de "La Araucana" de Alonso de Ercilla)

Alonso de Ercilla, con su tremendo poema épico "La Araucana" (editado en tres volúmenes entre 1569 y 1589), fue el primer cronista de este conflicto tan largo. En él, habló pormenorizadamente de los primeros protagonistas (Pedro de Valdivia, Lautaro, Guacolda, Caupolicán, Fresia, Colo Colo) y las primeras luchas de esta guerra (de la que quería que se supiera en la lejana Europa), tan cruel, que como él mismo decía, todos estaban agotados:

¿Todo ha de ser batallas y asperezas,
discordia, sangre, fuego, enemistades,
odios, rencores, sañas y bravezas,
desatino, furor, temeridades,
rabias, iras, venganzas y fierezas,
muertes, destrozos, riñas, crueldades;
que al mismo Marte ya pondrían hastío,
agotando un caudal mayor que el mío?
La guerra fue tan larga, desgastante y costosa que los reyes españoles dedicaron a ella tantos recursos o más, que los que dedicaron a los conflictos con Flandes. Para los reyes españoles, el Arauco fue su "otro Flandes"

La captura de Caupolicán por los españoles (de Raymond Monvoisin) en el Museo Histórico Nacional de Santiago. Al verlo preso, su mujer Fresia (personaje incluido por el poeta de La Araucana en su obra, pero cuya existencia es incierta), recriminándole el haberse dejado apresar y la cruel muerte que le espera (sería empalado), arroja al hijo de ambos a sus pies, según Ercilla diciendo:

Toma, toma tu hijo, que era el nudo
con que el lícito amor me había ligado;
que el sensible dolor y el golpe agudo,
estos fértiles pechos han secado:
críale tú, que ese cuerpo membrudo
en sexo de hembra se ha trocado;
que yo no quiero título de madre
del hijo infame del infame padre.

Ilustración del joven Lautaro (jefe militar o "toqui" mapuche que conocía bien a los españoles pues escapó para liderar los suyos, después de haber sido apresado para servir durante años a Pedro de Valdivía, al que finalmente capturó y dio muerte) del monje pintor Pedro Subercaseux.

Ya con Chile independiente, los conflictos no cesaron y de una forma u otra, en la actualidad, hay ciertos atisbos, sombras, dudas, síntomas, indicios,... de que el tema no está cerrado. Unos acusan a otros de ocupar tierras que no les pertenecen y verse confinados en reservas, otros a los unos de falta de voluntad para integrarse,... y así se suceden encontronazos, atentados, acusaciones y agresiones, hasta el día de hoy (conflicto mapuche).

 Grafitis en el cauce del río Mapocho en Santiago, sobre muertes (Matías Catrileo, Alex Lemun), desapariciones (José Huenante de 16 años) y disconformidades ("No somos chilenos, somos mapuche") del pueblo mapuche.

 Titulares de prensa en los que se acusa a los mapuches de los incendios que asolaron esta zona del país en el verano de 2017.

Salvador Allende saludando a un grupo de mapuches.

La capital de la región de la Araucanía es Temuco (de unos 240.000 habiatantes), donde está el aeropuerto al que se llega desde Santiago. Pablo Neruda vivió en esta ciudad desde los dos años hasta los diecisiete, y se vio influido por el paisaje, los bosques y el clima lluvioso de estas tierras (lo refleja en sus libros "Confieso que he vivido" y "Cuadernos de Temuco"). 

Pablo Neruda junto a su madre y su hermana en Temuco, en 1930.

Nosotros, nos dirigimos hacia el lado sur del lago Villarrica, a un lugar situado entre las poblaciones de Vilarrica y Pucón.


Desde el sur del Lago Villarrica, La Araucanía, Chile
Vistas del lago Villarrica, en su orilla sur, entre las poblaciones de Villarrica y Pucón.
Desde el sur del Lago Villarrica, La Araucanía, Chile

No hay comentarios:

Publicar un comentario