Así que este era el panorama del lago Villarrica en el lugar donde nos alojamos (en el lado sur del lago) entre las poblaciones de Villarrica y Pucón:
Nuestro plan ese día, era ir a las llamadas Termas Geométricas:
Como puede verse en el siguiente mapa de satélite, las aguas termales (hay muchas termas en esta zona) se sitúan entre dos volcanes, el Villarrica (activo) y el Quetrupillán (inactivo). Del Quetrupillán, se cree que su última erupción fue en 1880.
La verdad es que en esta zona, en el límite entre la región IX de la Araucanía, y la XIV (no siempre regiones contiguas tienen números son contiguos) de Los Ríos, casi se alinean tres volcanes (en la vista de satélite pueden apreciarse sus conos nevados), que pueden verse (si las nubes lo permiten) bastante bien desde el aire, en algún vuelo hacia o desde el sur del país:
Vista aérea de los tres volcanes en un vuelo desde Coyhaique a Santiago. El Villarrica (activo) justo en el límite de las regiones IX y XIV, el Quetrupillán (considerado inactivo) ya en la región XIV de Los Ríos, y el Lanín (activo), en la frontera con Argentina.
Mientras tanto, y de camino hacia las termas, pasamos al lado de las suaves playas orientales del lago Calafquén:
Son varias las termas que aprovechan las emanaciones y la circulación de arroyos o esteros de agua caliente (hasta 80º) en esta zona geotérmicamente activa dentro del Parque Nacional Villarrica:
En la población-balneario de Coñaripe de 1500 habitantes (donde están estas indicaciones), acaba la carretera asfaltada y continua un camino de ripio y tierra prensada.
En el que uno puede encontrarse de todo:
Finalmente llegamos a las Termas Geométricas, características por sus casetas y pasarelas pintadas de rojo intenso, que destacan en la quebrada llena de vegetación por la que se internan:
Camino desde el estacionamiento de vehículos hasta la entrada a las termas.
Basta con ir provisto de bañador y unas chanclas (o chalas). La toalla la proporcionan con la entrada.
Las termas fueron diseñadas por el arquitecto Germán del Sol, responsable también de los hoteles Explora del desierto de Atacama y de la Patagonia (en Torres del Paine):
Nada más entrar, comienzan a verse los vapores del agua caliente que emana de las (veinte) pozas, piscinas o piletas.
Cabaña restaurante de las termas, donde tomar un refrigerio.
La cabaña restaurante, con bancos y mesas en el exterior.
Las pasarelas se internan 450 metros en una quebrada natural, creada por el estero Aihue, en la falda sureste del volcán Villarrica.
El vapor del agua caliente en las pozas inunda ciertas zonas de recorrido.
Al fondo de esta pasarela se vislumbra una cascada.
El color y las líneas rectas de las pasarelas, dan un aire a jardín japonés al entorno.
Al final del
recorrido, se llega a una cascada,...
... en la que un par de asientos mapuches de madera (llamados huancos o wancos), esperan al que quiera sentarse a remojarse los pies:
No todas las pozas tienen las mismas temperaturas. Un cartel suele dar una indicación de la temperatura aproximada que puede variar dependiendo del día. Es importante ternerlo en cuenta porque, en algunas, el agua puede estar bastante caliente (aquellas cuyo calor es peligroso están cerradas).
Para más inri en un paisaje tan idilíco, evitando alborotos y con un poco de atención, pueden verse colibries, al menos en el momento en el que fuimos (marzo), los había (imposible hacer foto).
Las casetas alrededor de las pozas son vestuarios con taquillas, para dejar los objetos personales.
En las horas más tempranas todo está más tranquilo (aunque hay menos sol).
El vapor y la luz del sol entre los árboles.
Caseta vestuario con tejado camuflado.
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