viernes, 19 de junio de 2020

Viaje a Arequipa (Perú) III: Callejeando, Museo Santuarios Andinos, Convento de San Francisco, Mirador Yanahuara (2 y 3/12/2017)

Callejeando de vuelta del mercado de San Camilo (ver entrada anterior), nos encontramos con estas portadas y casonas:


Portada con pedazo de escudo heráldico (hoy es una entrada de garaje), en la calle Álvarez Thomas 311 (1), frente a la Biblioteca Ateneo.

 Detalle del escudo.


Calle Tristán 203 (2).

Oficinas ministeriales en la calle de la Merced 403 (3).

(4) Iglesia de la Merced (calle la Merced, 308).

Edificios a lo largo de la calle la Merced (5), caminando desde la Iglesia de la Merced hacia la Plaza de Armas:




 Las aldabas de las puertas de Arequipa son bien curiosas.

En la calle de la Merced, nos detuvimos en el Museo Santuarios Andinos (MUSA) (6):

 Está situado en la Casa de la Cultura, de la Universidad Católica de Santa María.

En él se exhiben objetos incas de más de 500 años de antiguedad (tejidos, vestimentas, calzado, cerámicas, figuras metálicas) relacionados con los rituales del Capac Cocha

Las fotografías no están permitidas, por lo que las imágenes están tomadas de la visita virtual de Google.

Patio central de la casona que alberga al museo. Desde él se accede a la recepción y salas de exposición.

Los rituales del Capac Cocha (cuya traducción es más o menos "obligación real") incluían fiestas y ofrendas a los dioses incas, como al creador de todo, Viracocha, y en ocasiones podían incluir sacrificios humanos. 



Los elegidos para estos sacrificios eran normalmente niños o jóvenes, bellos y sin defectos. Muchas veces eran hijos de personas de alto rango en la nobleza o gobierno de los incas. Se elegían a lo largo y ancho de todo el territorio inca (Tawantinsuyu), y en épocas concretas del año, se encaminaban hacia Cuzco (centro del imperio) en donde se realizaban celebraciones, rituales, y ofrendas a los elegidos (se les dotaba de delicados ajuares y finas vestimentas).


Tras las ceremonias celebradas en Cuzco, todas las delegaciones regresaban a sus lugares de origen (el ritual completo podía demorar meses) donde, si así se había decidido, los niños o jóvenes eran finalmente entregados al sacrificio, normalmente en las montañas sagradas ("Apus"), donde morían, por lo general, de frío, previamente dormidos mediante la bebida alcohólica "chicha" (fermento de maíz u otros cereales), drogados con coca, u otras veces habiendo previamente recibido algún golpe letal o para aturdirles. El mismo frío y las condiciones de baja humedad de los Andes ayudaron a la conservación de los cuerpos durante cientos de años (pues no se realizaba ninguna maniobra expresa de momificación).


En este museo se conservan los cuerpos (en cámaras de frío especiales) de varias de estas ofrendas humanas encontradas en los volcanes cercanos a Arequipa. Se exhiben también los ajuares que los acompañaban: cerámicas, conchas marinas, figuras de metales preciosos, los tejidos y calzados.



El cuerpo más conocido es el de "Juanita, la niña de los hielos" o "la dama del Ampato", descubierta en 1995 en el interior del cráter del volcán Ampato (6290 m.s.n.m). Los estudios realizados indican que fue una niña de 13 o 14 años, sana, con dentadura perfecta, de 1'58 metros de altura, que debió ser elegida para este sacrificio desde su nacimiento, pues se había dejado su cordón umbilical entre sus manos. Durante el último año de su vida se cambió su dieta de papas y vegetales, a una más refinada con proteina animal, maíz, coca y chicha. Murió de un golpe en el cráneo entre el 1440 y 1450 d.C.

Detalle de las pequeñas figuras de animales andinos en metales preciosos que eran parte del ajuar.

Los análisis de su ADN indican que pertenece al halogrupo A, es decir, su origen genético proviene de Asia Oriental y lo comparte con entre el 90-100% de los nativos norteamericanos, casi el 70% de los nativos centroamericanos y el 30% de los nativos andinos.

El cuerpo de Juanita fue encontrado en 1995, al asomar el penacho de plumas con el que estaba adornada su cabeza, entre el hielo que la rodeaba. El cuerpo no estaba en el lugar en que inicialmente fue dejado. Se había desplazado, en esos más de 500 años, pues el hielo que la cubría se derritió por el calor provocado por alguna de las erupciones del volcán activo Sabancaya (próximo al inactivo volcán Ampato, donde se la había sacrificado).


 Interpretación de como iría ataviada Juanita.

El museo también conserva en sus fondos los cuerpos de otras ofrendas humanas: "Urpicha" ("Palomita") encontrada en 1995 en el volcán Pichu Pichu (5510 m.s.n.m), sacrificada alrededor de 1440 d.C.; "Sarita", hallada en el volcán Sara Sara (5505 m.s.n.m) exhibida en el museo en el periodo estival (de enero a abril), cuando se retira a "Juanita", por motivos de preservación; y otras cinco mujeres encontradas en el volcán Misti en 1998. Posiblemente todas fueran sacrificadas en épocas de erupciones o terremotos con la intención de aplacar tales fenómenos.

Los volcanes y sus ofrendas Capac Cocha cercanas a Arequipa.


Durante el recorrido se visualiza un documental sobre el hallazgo, y la investigación de estos rituales, y se vistan las salas en las que se exponen e interpretan los objetos que acompañaban a estas personas en su último viaje.

Continuamos nuestro callejeo por el lateral este de la Plaza de Armas, hacia el norte:

En la calle Santa Catalina frente al interesantísimo monasterio del mismo nombre (próxima entrada).

Hasta los edificios más prosaicos tienen fachadas muy cuidadas:

La Alianza Fancesa.

La fachada del banco peruano BCP.

En la calle Santa Catalina ((7) a la altura del 312), casas con ventanas de forja en donde pueden encontrarse locales de anticuarios.



Así nos encaminamos hacia el complejo conventual de San Francisco (su construcción se inició a mediados del siglo XVI), cuyo interior, salas y claustros pueden visitarse con guía:


Se visitan salas interiores del convento e iglesia. En este caso el órgano y el coro:

 

En el claustro principal (donde están las celdas de los monjes), la figura de San Francisco ocupa un lugar central:


Rodeado por figuras de animales:



Vistas desde el campanario:


Puerta lateral dedicada a la Virgen.



Como parte del complejo de San Francisco se ha instalado un mercado de venta de souvenirs y artesanías, en lo que antiguamente fue un colegio femenino y luego cárcel de mujeres: el Centro Artesanal Fundo El Fierro.


Otra opción para el callejeo, es aventurarse al norte, cruzando el río Chili:

Río Chili.


Y los parques que lo rodean, donde pueden encontrarse llamas:



En este recorrido uno puede detenerse en uno de los lugares para comer preferidos del premio nobel arequipeño Mario Vargas Llosa, la Picantería Nueva Palomino. Las picanterías son locales típicamente peruanos, en los que se sirven comidas bien tradicionales (con frecuencia picantes), y chica como bebida, y que en muchas ocasiones eran regentados y gestionados por mujeres.

Para llegar al Mirador de Yanahuara, desde donde hay unas magníficas vistas de los volcanes arequipeños.



En la plaza de Yanahuara, con la arcada a través de la que se ven los volcanes y la Parroquia de San Juan Bautista de Yanahuara al fondo.

"No se nace en vano al pie de un volcán" está escrito en los arcos del parque del mirador y en poemas y cantos arequipeños.
La verdad es que el hecho de nacer al pie de varios volcanes activos, debe imprimir carácter. 
El volcán Misti puede verse a través del arco.

El volcán activo Misti detrás de los arcos.



Sus 5820 metros nos contemplan.

Parroquia de San Juan Bautista de Yanahuara.

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