Lo más bonito de Cartagena es perderse por sus calles, donde siempre se encuentran casas con fachadas de colores, portones con blasones, esquinas de sillares y balcones de madera, y las aldabas más imaginativas que he visto nunca:
En
el Hotel Santa Clara (23), que ocupa el que fue el convento de Santa
Clara, construido entre 1617 cuando tres religiosas de la orden de San
Francisco, clarisas, llegaron a la ciudad para fundar el convento en
unos terrenos cedidos por Catalina de Cabrera:
Periplo del día (en negro) y periplo anterior (en gris).
En la calle Tumbamuertos (22).
Algunas de estas aldabas se venden como hermoso y pesadísmo suvenir (poco apto para equipajes de mano).
La
construcción se concluyó en 1621. En 1861 el convento fue expropiado y
la monjas que quedaban tuvieron que huir a La Habana.
El convento aparece en la novela de Gabriel García Márquez "Del amor y otros demonios"
El convento aparece en la novela de Gabriel García Márquez "Del amor y otros demonios"
El edificio luego tuvo todo tipo de usos: hospital de la caridad, orfanato, teatro, aulas y talleres universitarios.
El claustro del convento/hotel es un auténtico vergel.

Coloridas casas en el cruce (24) de la calle del Camposanto con la calle de Tumbamuertos (todos ellos nombres relacionados con una epidemia que asoló la ciudad en 1876).
Un rincón argentino en Cartagena de Indias (25). Con su cartel de "Habemus Papa (fritas y al vapor)".
Calle Stuart con calle del Curato de Santo Toribio (en la que parece está situada la casa que García Márquez se hizo construir en la ciudad).
En la calle de la Mantilla (27), al fondo se ve la torre del edificio de San Agustín, una de las sedes de la Universidad de Cartagena.
En la esquina de la calle de la Estrella con la calle Don Sancho (28).
Las más modernas instalaciones integradas entre los más antiguos muros.

Coloridas casas en el cruce (24) de la calle del Camposanto con la calle de Tumbamuertos (todos ellos nombres relacionados con una epidemia que asoló la ciudad en 1876).

Un rincón argentino en Cartagena de Indias (25). Con su cartel de "Habemus Papa (fritas y al vapor)".
Calle Stuart con calle del Curato de Santo Toribio (en la que parece está situada la casa que García Márquez se hizo construir en la ciudad).
Continuamos el paseo hasta la Casa del Virrey Eslava (26), hoy Colegio de la Esperanza:
Sebastián Eslava, fue el virrey "restablecido" de Nueva Granada, por el primer rey Borbón,
Felipe V, en 1739, ya que este virreinato (1717-1723) se había eliminado años antes por su coste. El
motivo del restablecimiento fue la imposibilidad de defender estas
tierras de los ataques de piratas desde la lejanía del
virreinato del Perú (del que habían pasado a depender los territorios de Nueva Granada).
Sebastián Eslava tuvo una intervención decisiva en la defensa de Cartagena de Indias en el ataque que el inglés Edward Vernon perpetró en 1741. Eslava defendió la ciudad junto a Blas de Lezo y contra Blas de Lezo, pues sus estrategias para la defensa de la plaza eran distintas. Ambos tenían el mismo rango militar (uno en tierra y otro en mar), pero Eslava era el virrey, y Lezo (comandante general) no era nada dado a sometimientos.
Sebastián Eslava tuvo una intervención decisiva en la defensa de Cartagena de Indias en el ataque que el inglés Edward Vernon perpetró en 1741. Eslava defendió la ciudad junto a Blas de Lezo y contra Blas de Lezo, pues sus estrategias para la defensa de la plaza eran distintas. Ambos tenían el mismo rango militar (uno en tierra y otro en mar), pero Eslava era el virrey, y Lezo (comandante general) no era nada dado a sometimientos.
La placa en la puerta de la antigua casona.
De esta famosa "batalla o sitio" se hablará en la próxima entrada (en la que visitamos el Castillo de San Felipe de Barajas). Baste como adelanto decir, que Blas de Lezo obtuvo enorme fama por la ferocidad de su defensa, más aún teniendo en cuenta sus enormes dificultades físicas (de toda una vida dedicada a la milicia quedó tuerto, manco y cojo, era llamado el "mediohombre"), y murió debido a las consecuencias del combate, sin conocer que había sido suspendido por el rey debido a las "insubordinaciones" denunciadas por el virrey Sebastián Eslava. Pero la historia no acabó ahí.
Parece
que Eslava tuvo tanto que ver con la victoria española sobre
los ingleses como el propio Blas de Lezo. Pero finalmente han pasado a la Historia, uno como un
delator, en su momento reconocido como héroe (Sebastián Eslava), y otro como
un héroe hasta las últimas consecuencias, en su momento conocido como un
insubordinado (Blas de Lezo).
En la calle de la Mantilla (27), al fondo se ve la torre del edificio de San Agustín, una de las sedes de la Universidad de Cartagena.
En esta calle y sus alrededores encontramos ejemplos de una artesanía muy peculiar, la artesaría nariño o tamo (procedente de Nariño, departamento al sur de Colombia), que consiste en decorar piezas de madera con finísimas hebras de paja teñida de diversos colores:
Fuente Wikipedia: https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Tarjeteros_Tamo.JPG
Comimos en el restaurante Bohemia (29), situado en Hotel Boutique El Marqués, antigua casona del siglo XVI, que formó parte del conjunto de casas propiedad del Conde de Pestagua.
Parece que la casa donde ahora se ubican hotel y restaurante, fue adquirida en los años '70 por el cineasta Sam Green. En ella se han celebrado fiestas a las que acudieron personajes como Greta Garbo, Yoko Ono, John Lennon, o Robert de Niro.
Las más modernas instalaciones integradas entre los más antiguos muros.
Al atardecer (muy pronto en el horario local), nos pasamos por el Baluarte de Santiago (30):
Los cañones de estos baluartes no son originales, sino réplicas.
Desde el que mirando al sur, pueden verse los rascacielos de la península de Bocagrande:
Y mirando al norte, puede verse el baluarte de Santo Domingo (10) ya que se llega a él desde la calle de los Estribos (19) que parte de la plaza, iglesia (y claustro) de Santo Domingo (18). Este baluarte es el principio de la fortificación progresiva de Cartagena (iniciada en este lugar pues es donde se produjeron los primeros ataques piratas, entre ellos el de Francis Drake en 1586):

Es un baluarte "de libro", o fortificación que sobresale en ángulo cuando se juntan dos cortinas o lienzos de muralla. Visto desde satélite es así:
Hoy, allí se situa un bar de copas, llamado Café del Mar que se pone de bote en bote al atardecer, ya que mira al mar, hacia el sol poniente:
La otra opción (que algunos practican) es sentarse a ver atardecer en los espacios que se dejaron en la muralla para los cañones:
Ya puesto el sol, el regreso pasando cerca de la Catedral (15), permite verla con iluminación, y nuevos colores:
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