jueves, 9 de abril de 2020

Viaje a Cartagena de Indias II (25/11/2017)

Continuamos nuestro recorrido por la zona antigua y amurallada de Cartagena de Indias:

 Los puntos del 1 al 11 forman parte del recorrido de la entrada anterior.

Caminando hacia el Baluarte de San Ignacio (12): 

Se encuentra el Museo Naval, que es la antigua Casa de los Jesuitas de Cartagena, sede de la Compañía de Jesús en 1630. En la que murió San Pedro Claver, considerado redentor de los esclavos, el 8 de septiembre de 1654.

La magnitud del edificio, y el peso de la construcción han hecho que el mismo se haya ido hundiendo con el tiempo. Puede apreciarse en sus puertas y accesos originales que hoy, se ven como medios portones, pues la hoja entera original habría quedado bajo el nivel de la calle actual.

Museo Naval, antigua Casa de los Jesuitas, Catagena de Indias

En los muros del camino al baluarte de San Ignacio, omnipresentes los corales (procedentes de las Islas Corales del Rosario) utilizados en la construcción de la ciudad:

Piedra coralina, Cartagena de Indias

El Baluarte de San Ignacio (12), fue llamado originalmente "Baluarte de los Moros", con su garita y cañones (originales) que defienden la parte sureste de la ciudad:

Desde él se aprecian los edificios de Bocagrande.

 Y el Centro de Convenciones del barrio de Getsemaní (a la izquierda) con el paseo desde el que se aprecian las vistas de Cartagena "a lo pequeña Venecia" (punto 6 de la entrada anterior).

Baluarte de San Ignacio, Cartagena de Indias

Desde el Baluarte de San Ignacio, se tiene una panorámica del Museo Naval y de las torres y cúpulas de la iglesia de San Pedro Claver:

Museo Naval e Iglesia de San Pedro Claver desde el Baluarte de San Ignacio, Cartagena de Indias

Desde allí se accede, mediante una rampa, a la calle que lleva a la concurrida Plaza de San Pedro Claver (13):

Plaza de San Pedro Claver, Cartagena de Indias
A la izquierda la iglesia de San Pedro Claver (construida a principios del siglo XVIII y llamada inicialmente "de San Ignacio de Loyola" y luego, "de San Juan de Dios"), y al fondo de la calle, en colores naranja y amarillo, la torre de la
  Catedral de Santa Catalina de Alejandría.
A la entrada del templo, las omnipresentes palenqueras  (mujeres de color, descendientes de los esclavos de África traídos a estas tierras, que portan en palanganas, sobre sus cabezas, frutas tropicales y visten coloridos vestidos). Habitualmente viven en San Basilio de Palenque, un pueblo fundado por esclavos, llamado "el rincón de África en Colombia". Hablan el idioma "bantú", una mezcla de español, francés, portugués y varios idiomas africanos. Son un icono de la ciudad de Cartagena. 

En la calle que conduce a la iglesia y la plaza, hay una estatua dedicada a San Pedro Claver. Nacido en Verdú (Lérida) en 1580, quedó huérfano de madre con trece años, y con dieciséis, marchó a Barcelona a estudiar Teología. Ingresó en la Compañía de Jesús en 1602, y marchó a América (a las tierras de Nueva Granada, actual Colombia, Venezuela y parte de América central) en 1610 (desplazándose a pie desde Barcelona a Valencia y de allí a Sevilla, desde donde zarpó).

San Pedro Claver, Cartagena de Indias

Cuando llegó a Cartagena de Indias quedó sobrecogido por el mercado de escalvos que allí existía (se calcula que llegaban mil al mes) y las condiciones inhumanas en las que arribaban, hacinados en los barcos durante más de cincuenta días, en condiciones deplorables, en las que muchos morían, y los demás sufrían graves daños o eran diezmados por los mosquitos y las enfermedades que encontraban en el destino. Comprados en origen por dos escudos y vendidos por doscientos, los esclavos eran un negocio tal, que las bajas producidas en el transporte no importaban, pues eran cruelmente amortizadas. 

 Disposición de los esclavos en los barcos negreros, para optimizar el espacio.

Pedro Claver, al profesar sus votos perpetuos, en abril de 1622, se declaró a sí mismo como "escalvo de los negros para siempre". Cuando los barcos llegaban, bajaba a las bodegas a atender a los enfermos (los trasladaba y vestía con su propio manto y ropas), ofrecía a todos fruta, bebida, comida, palabras de aliento, cariño, un abrazo. Consiguió que la Compañía "comprara" a varios de esos esclavos, para liberarlos de sus destino. Algunos de esos "esclavos salvados" fueron sus intérpretes de las distintas lenguas que los africanos que llegaban en los barcos hablaban, dependiendo de sus lugares de origen. Pedro Claver siempre dio preferencia a los esclavos, para ofrecerles los sacramentos, en las misas, y en las confesiones. Reprendía personalmente a los dueños de escalvos que los maltrataban. Todo ello le granjeó enemigos entre las clases altas y los traficantes. Algunos le acusaban de hereje por ofrecer ayuda y sacramentos a seres de los que aún dudaban si tenían alma. Claver solo podía paliar la situación y no terminar con ella, puesto que aunque la esclavitud estaba (aparentemente) condenada por la iglesia y el estado, era tan lucrativa, que no podía ser erradicada. 

Modo de traslado y disposición de seres humanos destinados a la esclavitud en los barcos negreros.

Su dedicación a los más pobres y desfavorecidos fue completa. Atendió a los afectados por la peste de viruela que asoló Catagena en 1633 y 1634, y trabajó personalmente en la leprosería de la ciudad. En una de sus predicaciones por la región, cayó enfermo con parálisis y temblores, y así postrado y abandonado en su celda, permaneció los últimos cuatro años de su vida. Hasta sus últimos días, en los que se produjo en la ciudad una peregrinación constante para "ir al santo". Sus restos mortales descansan en el altar de la iglesia que hoy lleva su nombre. Fue beatificado en 1850, declarado santo en 1888, y considerado defensor de los derechos humanos en 1985.

Santuario de San Pedro Claver, Cartagena de Indias
El santuario de San Pedro Claver en la misma plaza, donde se encuentra el claustro, la enfermería y la celda donde el Santo pasó parte de su vida.

Iglesia de San Pedro Claver, Cartagena de Indias
Fachada de la iglesia construida con piedras procedentes de la isla de Tierrabomba

Interior de la iglesia en la que se hallan los restos del santo.

Iglesia de San Pedro Claver, Cartagena de Indias
Detalle de la fachada.

Plaza de San Pedro Claver, Cartagena de Indias
Otra vista del templo y la plaza con su ajetreo diario.

Plaza de San Pedro Claver, Cartagena de Indias
Las esculturas que adornan la plaza con oficios y personajes típicos, son del escultor Edgardo Carmona.

Por la calle del Ladrinal o calle 34, camino al Museo del Oro Zenú:

Calle del Ladrinal, Cartagena de Indias

En la casona en restauración de la acera derecha:


Pero antes una parada apra tomar un granizado de café:


El Museo del Oro Zenú (14), está en el edificio del Banco de la República, frente al parque de Bolivar (9).

Museo del Oro Zenú, Cartagena de Indias
 La cultura zenú no solo destacó por su magnífica orfebrería, también por sus cerámicas y los tejidos en caña.

Museo del Oro Zenú, Cartagena de Indias
Algunos ejemplos de las piezas que pueden verse en el museo.

Museo del Oro Zenú, Cartagena de Indias
Distintos diseños de la caña flecha con la que se trenzan los caribeños "sombreros vueltiaos":


Y desde allí, está muy cerca la Catedral de Cartagena, que es la Catedral de Santa Catalina de Alejandría (15):

Catedral de Cartagena de Indias
La Catedral (15) vista desde la salida del Museo (14), al lado de la plaza de Bolivar (9). Encajonada entre calles no ofrece buenas perspectivas para una foto.

Catedral de Cartagena de Indias
Considerada una de las catedrales más antiguas de América. Su construcción comenzó en 1577. En 1586 fue dañada a cañonazos durante la ocupación de la ciudad por Francis Drake. Las obras de edificación terminaron en 1612, salvo su única torre, construida ya en el siglo XX.

Catedral de Cartagena de Indias
 Interior de la catedral.

Catedral de Cartagena de Indias
Con la luz del atardecer.

Solo unos pasos más delante (16) en la misma calle de la catedral (calle de los Santos de Piedra), se halla la casa que el corsario (ejercía la piratería con permiso real de Inglaterra) Francis Drake habitó en 1586 durante seis semanas. Drake ocupó y atacó la ciudad de Cartagena con 23 barcos y 3000 hombres (destruyó parte de la edificiación en curso de la Catedral), hasta  recibir un rescate de más cien mil ducados que en su mayoría estaban destinados a la construcción del templo: 

Casa de Drake, Cartagena de Indias

Desde esta misma calle, pero una cuadra más delante (17), que pasa a llamarse calle de la Iglesia, se obtienen preciosas perpectivas de la torre de la catedral:

Catedral de Cartagena de Indias

Catedral de Cartagena de Indias

En la Plaza de Santo Domingo (18), se encuentra la iglesia más antigua de Cartagena, la Iglesia de Santo Domingo, comenzada a construir (se hizo en varias etapas) solo un año después de la fundación de la ciudad:

Iglesia de Santo Domingo, Cartagena de Indias
La portada de la izquierda corresponde a la Iglesia de Santo Domingo, la portada de la derecha, al claustro del convento de Santo Domingo, hoy sede del Centro de Formación de la Cooperación española.
Dentro de la iglesia se halla el venerado Cristo de la Expiración, del que se dice que libró a la ciudad de una peste de viruela en 1754, después de nueve días de oraciones. Según la tradición, el Cristo está tallado en un madero que se encontró en el mar y se dio a un tallador que estaba de paso en el convento. Este desechó el madero por ser muy corto, así que los monjes lo devolvieron al mar y volvieron un tiempo más tarde a buscar otro madero. La leyenda dice que encontraron el mismo madero, pero más largo, así que el tallador aceptó tallarlo, pero pidió encerrarse en una celda y que no le molestaran (le dejaban la comida en la puerta). Al cabo de unos días, cuando ya no oyeron ruido en la celda, los monjes entraron encontrándola deshabitada, y la figura del Cristo acabada.

Gorda Gertrudis, plaza de Santo Domingo, Cartagena de Indias
Prácticamente frente a la Iglesia de los Dominicos, la Gorda Gertrudis, obra del escultor Fernando Botero.

Callejón de los Estribos, Cartagena de Indias
En el callejón de los Estribos (19), denominada así por los contrafuertes o estribos que luce en el costado de la Iglesia de Santo Domingo, construidos cuando se vio que tanto calle como iglesia, corrían el peligro de hundirse bajo el peso de la construcción.

Casa Pestagua, Cartagena de Indias
Portón de la Casa Pestagua (20), hoy hotel, que comenzó a construir en 1650 Álvarez Armenta, y luego continuó Andrés de Madariaga y Morales, conde de Pestagua en 1750, que fue alcalde de la ciudad (por designio de Carlos III), y perseguidor de los jesuitas. El conde, además obtuvo los privilegios para la compra venta de escalvos, harina de trigo y aguardiente, compartiendo la propiedad del alambique junto con el Marqués de Valdehoyos.

En una esquina de la calle de Ricaurte (20), destacan los colores de las fachadas de las casas, las pilastras de las puertas y los contrafuertes en piedra de las esquinas:
Calle de Ricaurte, Cartagena de Indias

Casa del Marqués de Valdehoyos, Cartagena de Indias
 En la calle de la Factoría (21), la Casa del Marqués de Valdehoyos, una de las más importantes casas señoriales de Cartagena. En ella habitó el marqués en el siglo XVIII. Era su vivienda y el lugar en el que comerciaba con aguardiente, harina y esclavos. El número de remaches que refuerzan la puerta fue en la época, un símbolo de poderío del que hacían gala las familias adineradas de la ciudad. En la fachada destacan las pilastras de la puerta, el color original de los muros, las rejas, balcones y las figuras de bronce de los llamadores de la puerta. En esta mansión se alojó Simón Bolivar después de liberar Caratgena.

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