domingo, 14 de julio de 2019

Viaje a las Islas Galápagos: Isla Fernandina Punta Espinosa (18/08/2017)

Esa mañana visitamos la isla más joven del archipiélago de Galápagos: Isla Fernandina. Es la más occidental de las islas de mayor superfice (es decir se ha formado más recientemente sobre la placa tectónica que se deslaza hacia el este). Nombrada así por el rey Fernando el Católico, es una de las menos afectadas por el ser humano: no tiene, ni ha tenido población humana alguna y no se han introducido mamíferos foráneos en ella. 

Parada en Punta Espinosa (9) en Isla Fernandina.

En la isla hay un único volcán activo de 1494 metros de altura, el volcán la Cumbre, que se divisa desde cualquier parte de la isla y de cuyas violentas erupciones hay repetidos y constantes registros, desde 1825 hasta el 2018 (incluso de unos pocos días después de que pasáramos por allí en agosto de 2017).

El único lugar en el que están permitidas las visitas es Punta Espinosa, un saliente de lava y arena, elevado por algún movimiento tectónico, por lo que solo se puede acceder a él con marea alta. El amanecer nos deleitó con esta imagen de la isla:

Isla Fernandina, Islas Galápagos

Para completar la estampa, durante la aproximación a tierra en lancha, una ballena y su cría se dieron una vuelta por allí:

Ballenas en Isla Fernandina, Islas Galápagos

Ballenas en Isla Fernandina, Islas Galápagos

En esta foto pueden apreciarse los lomos de la ballena madre y de la cría: 

Ballenas en Isla Fernandina, Islas Galápagos

Otras especies aprovechaban ya la luz del sol para sus quehaceres mañaneros:

Isla Fernandina, Islas Galápagos

La primera zona que se atraviesa al desembarcar es una especie de pequeño manglar:

Isla Fernandina, Islas Galápagos

que enseguida da lugar al páramo volcánico:

Isla Fernandina, Islas Galápagos

A veces, la lava, arrugada como tejido, parece aún blanda:

Isla Fernandina, Islas Galápagos

Sorprendentemente, la vegetación aparece siempre, donde sea y como sea:

Isla Fernandina, Islas Galápagos

Un esqueleto de ballena destaca por su blancura en el negro de la lava:

Isla Fernandina, Islas Galápagos

Isla Fernandina, Islas Galápagos

De nuevo, la lava reciente, formando arrugas, coladas de tipo pahoehoe (término hawaiano que significa "suave"), que parecen cuerdas, tripas, tejidos arrugados:

Isla Fernandina, Islas Galápagos

Isla Fernandina, Islas Galápagos

Isla Fernandina, Islas Galápagos

Isla Fernandina, Islas Galápagos

Y como siempre la vida se abre paso como puede, por ejemplo en forma de cactus de lava (Brachycereus nesioticus):

Isla Fernandina, Islas Galápagos

Este tipo de cactus crece en grupos. Comienzan siendo amarillos y oscureciéndose, del marrón al gris, al envejecer. Producen unas flores blancas que se abren de madrugada y se marchitan a la salida del sol.

Isla Fernandina, Islas Galápagos

Isla Fernandina, Islas Galápagos

En esta explanada de lava había que ir saltando grietas bastante profundas en las que la capa de lava se había fracturado:

Isla Fernandina, Islas Galápagos

Isla Fernandina, Islas Galápagos

Isla Fernandina, Islas Galápagos

Un buen conjunto de cactus de lava decidió que este era un buen sitio para vivir:

Isla Fernandina, Islas Galápagos

Isla Fernandina, Islas Galápagos

Isla Fernandina, Islas Galápagos

Esta parte de la isla Fernandina se caracteriza por la abundancia de iguanas marinas que habitan y ponen sus huevos en la arena de Punta Espinosa (por lo que es importante pisar solo por los lugares indicados):

Isla Fernandina, Islas Galápagos

Esta era una pequeña y preciosa playa por la que pasamos en el recorrido:

Isla Fernandina, Islas Galápagos

Donde una hembra de lobo marino se lamentaba (sus sonidos y movimientos eran elocuentes) por su cría nacida muerta ese mismo día. Aún estaría allí, acompañándola, muchas más horas.



Cerca otros lobos marinos de distintas edades amamantaban de sus madres:

Isla Fernandina, Islas Galápagos

Un poco más adelante llegamos a la colonia de iguanas marinas. Es una zona de roca negra que se calienta con el sol, en el que las iguanas se tumban a recuperar el calor perdido durante sus incursiones en el mar (que no es nada cálido), para comer algas:

Isla Fernandina, Islas Galápagos

Isla Fernandina, Islas Galápagos

Hay tantas que parecen rocas ellas mismas. Pero se mueven despacio, de vez en cuando, yendo y regresando del agua, lo que da lugar a una sensación muy extraña:

Isla Fernandina, Islas Galápagos

Isla Fernandina, Islas Galápagos


Estos bichejos, se dejan caer de cualquier manera, unos sobre otros:

Isla Fernandina, Islas Galápagos

Isla Fernandina, Islas Galápagos

Y por todas partes, puedes encontrar rastro de su paso: esqueletos completos, huesecitos y restos de piel (aunque parece que no tienen depredadores por lo salada que es su carne):


También pueden verse, incluso subidas a los lomos de las iguanas marinas, desvergonzadas lagartijas de lava:

Isla Fernandina, Islas Galápagos

Isla Fernandina, Islas Galápagos

Donde se quiera mirar, hay animalitos conviviendo (pelícanos, cangrejos, iguanas):

Isla Fernandina, Islas Galápagos

Isla Fernandina, Islas Galápagos

Y restos de troncos, no sé si traídos por las mareas, pues en la isla no hay grandes árboles (salvo los de los manglares de la costa):

Isla Fernandina, Islas Galápagos

Algunas de las grietas o fracturas (bastante altas) que se crean en las placas de lava (puede verse un huesecito de iguana marina sobre la roca):

Isla Fernandina, Islas Galápagos

Más adelante en el recorrido, se crean unas piscinas de agua de mar donde las crías de leones marinos nadan fuera de peligro. En una foto fija, se confunden con las rocas, pero están ahí, juguetones:

Isla Fernandina, Islas Galápagos

Isla Fernandina, Islas Galápagos


Isla Fernandina, Islas Galápagos

Isla Fernandina, Islas Galápagos

Isla Fernandina, Islas Galápagos

Es importante no tocarlas de ninguna forma, para que no adquieran olores humanos que les hagan ser rechazadas por sus congeneres. Pero son muy curiosas, los cordones de las zapatillas les llaman tremendamente la atención:

Isla Fernandina, Islas Galápagos

Isla Fernandina, Islas Galápagos

Isla Fernandina, Islas Galápagos

Y así nos fuimos despidiendo de esta isla, desde mi punto de vista una de las más bonitas del archipiélago. 


Tan prístina, que recientemente (2019), se ha descubierto que aún seguía viviendo en ella, al menos un ejemplar de una de las especies de tortugas terrestres gigantes de las islas, que se creía extinta desde 1906: la tortuga gigante de Fernandina (Chelonoidis phantasticus).

Isla Fernandina, Islas Galápagos

¿Habrá vivido este ejemplar solo en la isla durante más de cien años? ¿Tendrá congéneres viviendo en otros lugares tan poco explorados en esta isla?

Isla Fernandina, Islas Galápagos

Isla Fernandina, Islas Galápagos

Isla Fernandina, Islas Galápagos

Y así nos despedimos de la parte emergida de la isla, porque desde aquí nos iríamos a hacer en sus aguas, el snorkel más emocionante del viaje.

Isla Fernandina, Islas Galápagos

No hay comentarios:

Publicar un comentario