jueves, 31 de diciembre de 2015

Viaje a Torres del Paine: Punta Arenas y Museo Nao Victoria (31/12/2015)

Aterrizamos en Punta Arenas que es la capital de la región más septentrional de Chile, la región XII o de Magallanes (y la Antártica chilena), por lo que está muy, muy al sur:


Punta Arenas es una ciudad que da al mar, como tantas otras en Chile, pero al contrario de lo que ocurre en la mayoría, cuando miras al mar en Punta Arenas, estás mirando hacia el este, hacia donde sale el sol, y no hacia al oeste (hacia la puesta de sol). Así que esto, junto con que el norte es de donde viene la luz y el calor en este país, produjo en mí ya una desorientación total. 

Y es que Punta Arenas está en una península (península de Brunswick), mirando hacia el interior del estrecho de Magallanes, de espaldas al Pacífico:


Desde el avión, después de haber visto hasta aquí, las moles montañosas y heladas que contaba en la entrada anterior, sorprendía ver que el paisaje alrededor de esta ciudad es muy llano, y con poca vegetación, como una estepa:


Punta Arenas (fundada en diciembre de 1848) es la ciudad más poblada de la patagonia chilena. Hay que tener en cuenta que este fue el puerto más importante para el paso de barcos entre el Atlántico y el Pacífico hasta 1914, cuando se abrió el estrecho de Panamá. Y aunque se supone que es la segunda ciudad con más renta per cápita del país, alguien nos contó por allí, que el mayor mal de los pobladores de esta zona es la depresión, causada por el aislamiento, viento casi constante, frío, carreteras cerradas y la escasez de luz que se produce en los meses de invierno.

Punta Arenas
 Amanecer en el Estrecho de Magallanes.

Es una ciudad dedicada al mar. Se extiende a lo largo de la costa, con un gran paseo que mira al estrecho (hacia oriente), salpicado de muelles, barcos, y monumentos al mar y los marinos.

Punta Arenas

Punta Arenas

Por ejemplo, el monumento de la foto de abajo, dedicado a la toma de posesión del estrecho de Magallanes por parte de Chile en 1843. Hasta entonces era territorio indigena, cuya jurisdicción que hasta el siglo XIX había sido ejercida por España de forma difusa (los colonos aquí enviados, morían o huían por las duras condiones de vida), no estaba universalmente reconocida. Cuando se produjo la independencia de España de las colonias americanas, esta "falta de dueños bien definidos" resultó muy conveniente para ingleses, franceses y para países ya independizados como Argentina:

Punta Arenas

En la Plaza de Armas hay un gran monumento dedicado al marino portugués Fernando o Hernando de Magallanes que al servicio del rey de España de la época (Carlos I), descubrió este paso marítimo que evitaba curzar el Cabo de Hornos con todos sus inconvenientes (fuertes vientos, tremendas olas, perdidos icebergs), cumpliendo así el proyecto original de Cristobal Colón de llegar a las Indias circunnavegando el globo "a través" del Atlántico:

Hernando de Magallanes Punta Arenas

Hernando de Magallanes Punta Arenas
Detalle de las fechas del viaje de Magallanes.

El periplo de Magallanes fue bastante complicadillo. Partió con cinco naves y 235 tripulantes de San Lucar de Barrameda en 1519. Después de recalar en Canarias, Cabo Verde y costas de Sierra Leona, llegaron a Sudamérica donde fueron explorando las bahías y entrantes de mar que consideraban podían ser pasos hacia "el otro lado". Pero las malas condiciones y la dureza del viaje (además del caracter complicado del portugués), provocaron motines y la huída de vuelta a España de una de las naves (la "San Antonio") justo cuando estaban atravesando el que iba a ser el estrecho de Magallanes (en 1520, quince años antes de la llegada de Diego de Almagro a estas tierras), cosa que no fue sencilla debido al laberinto que forman islas y mar en esta zona:

 (encuentrese el caminito entre el punto A y el B, estando metido dentro claro, desde arriba es fácil)

No es de extrañar (pero llama la atención) que en la zona existan nombres geográficos desesperados como Puerto del Hambre, Bahía Inútil, Seno Última Esperanza, Isla Desolación... Dan una idea de lo que tuvo que ser moverse en un entorno tan extremo y donde además la población indígena debía ser escasa y su visión, absolutamente desconcertante para estos marinos:

 Familia selk'nam en una playa

Selk'nam ataviados para rituales.

Familia de yaganes en una canoa

 Cacique tehuelche

 Ilustración de káweskar cazando lobos marinos.

Una vez que la expedición de Magallanes consiguió llegar al Pacífico les esperaban tres meses de millas y millas de mar sin tierra, lo que hizo que la tripulación se viera afectada por sed, tremenda hambruna, y escorbuto. El agua se pudrió, se vieron abocados a comer cuero y serrín. Antonio Pigafetta, el cronista de la expedición relataba:
La galleta que comíamos ya no era más pan sino un polvo lleno de gusanos que habían devorado toda su sustancia. Además, tenía un olor fétido insoportable porque estaba impregnada de orina de ratas. El agua que bebíamos era pútrida y hedionda. Por no morir de hambre, nos hemos visto obligados a comer los trozos de cuero que cubrían el mástil mayor a fin de que las cuerdas no se estropeen contra la madera... Muy a menudo, estábamos reducidos a alimentarnos de aserrín; y las ratas, tan repugnantes para el hombre, se habían vuelto un alimento tan buscado, que se pagaba hasta medio ducado por cada una de ellas... Y no era todo. Nuestra más grande desgracia llegó cuando nos vimos atacados por una especie de enfermedad que nos inflaba las mandíbulas hasta que nuestros dientes quedaban escondidos... .
Finalmente llegaron a islas proximas a las Filipinas donde pudieron reponerse, pero donde también tuvieron que pelear con los indigenas. En una de esas batallas, Magallanes murió, siendo el marinero vasco Juan Sebastián Elcano el que tomó el mando, consiguiendo regresar a Sevilla al cabo de tres años de haber partido, con uno solo de los cinco barcos (la nao Victoria) y solo 18 hombres de los 235 que partieron.

Precisamente en Punta Arenas hay un museo, Museo Nao Victoria (cuya visita es muy recomendable), dedicado a barcos emblemáticos relacionados con esta zona del sur de Chile, y existe una replica de la "Nao Victoria" construída con tremendo esmero, dedicación y tesón por parte de su amable dueño.

Museo Nao Victoria Punta Arenas
Museo Nao Victoria Punta Arenas

Hay un interesante documental sonoro sobre la azaña de estos navegantes en Radio Nacional de España RNE (enlace aquí).

Museo Nao Victoria Punta Arenas

Otros barcos emblemáticos que pueden encontrarse en este museo son: la goleta "Ancoud", que trajo colonos desde la chilena isla de Chiloé para tomar posesión y poblar estas tierras del sur en 1843.

Museo Nao Victoria Goleta Ancoud Punta Arenas

El barco en el que Charles Darwin recorrió las costas de Sudamérica, el "HMS Beagle" al mando del capitán inglés Robert Fitz-Roy (ver entrada de la visita al Museo de Historia Natural):

Museo Nao Victoria HMS Beagle Punta Arenas
Réplica del HMS Beagle, aún en construcción

Museo Nao Victoria HMS Beagle Punta Arenas
Interior de la réplica del HMS Beagle.

Y el bote salvavidas "James Caird" en el que el explorador irlandés Ernest Shackelton huyó de la Antartida con parte de la tripulación que le quedaba (después de que su barco "Endurance" quedara atrapado y aplastado por el hielo)

 Botadura del James Caird en 1916 en la Isla Elefante.

Posteriormente Shackleton regresó en pleno invierno austral a la Isla Elefante a rescatar al resto de la tripulación ayudado por el buque "Yelcho" de la armada chilena comandado por el piloto Luis Pardo Villalón:

Museo Nao Victoria Luis Pardo Villalón Punta Arenas

Como curiosidad final, comentar que a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, Punta Arenas recibió muchos inmigrantes procedentes de España, Inglaterra, Italia, Alemania, Suiza,... pero sobre todo croatas de la zona de Dalmacia, por lo que no es difícil encontrar en la zona (y en el país) apellidos tipo Boric, Eterovik, Gasic, Karmellic, Goic, Livacic, Martinic...

1 comentario:

  1. Madre mia!!!!
    La verdad es que la vida de marinero tenía que ser durísima!!!!!
    Y salir del laberinto del estrecho….no me extraña que pusieran esos nombres tan dramáticos. Pobre gente!!!
    En cuanto a la relación entre la depresión y la falta de horas de luz solar, ayer, mismamente estuve viendo un documental sobre los Inuit, donde lo comentaban. Uno de los pueblos con mayores tasas de depresión, alcoholismo y suicidios. Y ya se sabe: como es arriba, es abajo.
    Besetes

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