El que era el baptisterio de la Catedral de Lima, es ahora una especie de pequeño museo sobre Francisco Pizarro, diseñado por el arquitecto, escultor y urbanista español-peruano Manuel Piqueras Cotolí (1885-1937).
Se encuentra en lo que es la entrada y salida de la catedral y se puede acceder a él sin entrar propiamente a la exposición de la catedral, es decir, sin pagar entrada (aunque la catedral merece la pena ser visitada).
Parece que desde 1891 (en el 350 aniversario de su muerte) se llevó a este lugar el que se creía equivocadamente, que era el cadáver de Francisco Pizarro. En 1977, se encontraron en unas reparaciones en la cripta de la catedral, los verdaderos restos y cráneo (separado en una caja de plomo) de Fracisco Pizarro, después de unos pormenorizados análisis forenses que coinciden con la historia de vida y el asesinato de este personaje de la conquista de América (que como dato curioso, estaba emparentado con Hernán Cortés).
En la capilla, hay un sarcófago, la caja de plomo donde estaba el cráneo, una urna con tierra de la ciudad de Pizarro, Trujillo, un gran escudo de la ciudad de Lima y un mural sobre un capítulo curioso de la historia de Pizarro: los trece de la fama (1), (2).
Cuenta la historia que Francisco Pizarro después de pasar largo tiempo en Panamá (donde fue encomendero y alcalde), se asoció con Diego de Almagro para conquistar lo que entonces se llamaba Virú o Birú (Perú).
En septiembre de 1524, mientras Almagro se quedaba en Panamá para contratar a más gente para la conquista, Pizarro partía hacia Perú con 112 hombres y cuatro caballos, en un navío.
En 1527, después de dos años y medio dando tumbos por el sur de Panamá y lo que hoy sería la costa del Pacífico de Colombia, en la Isla del Gallo, los hombres exhaustos se revelan contra Pizarro y quieren regresar a Panamá. Es entonces cuando Pizarro, traza con su espada una línea en el suelo diciendo "Por este lado se va a Panamá, a ser pobres, por este otro al Perú, a ser ricos; escoja el que fuere buen castellano lo que más bien le estuviere". La historia dice que sólo trece de los alrededor de cien que formaban la expedición cruzaron la línea con Pizarro. En el mural se representa desnudos (pobres) a los que deciden regresar a Panamá:
Los trece y Pizarro quedaron en la Isla del Gallo a la espera de los refuerzos de Almagro, pero la persecución de los indios les hizo huir a la Isla de Gorgona* (descubierta por Diego de Almagro en 1524), en la que estuvieron siete meses comiendo serpientes (de ahí el nombre de la isla) y siendo picados por ellas, en un bonito quid pro quo.
El tema es que Francisco Pizarro tiene una historia bastante oscura de ambición y traición (hacia los que fueron sus colaboradores cercanos) que le llevó a ser odiado por muchos de los que le rodeaban: en 1519, arrestó y enjuició a su antiguo capitán y primer europeo en divisar el océano Pacífico, Vasco Núñez de Balboa (que fue finalmente decapitado); en 1533, secuestró y asesinó al rey inca Atahuapa a pesar de que sus súbditos habían pagado el ingente rescate que Pizarro pidió por él, y de que Atahualpa le había ofrecido como esposa a su hermana favorita**; en 1541, junto con su hermanastro Hernando Pizarro, procesó y condenó a muerte a su colaborador de conquistas Diego de Almagro.
Así que en ese mismo año los partidarios de Almagro, los almagristas, agrupados en torno al hijo de Diego de Almagro, Diego de Almagro el Mozo, asesinan a Francisco Pizarro en su residencia (que se hallaba en el que es actualmente el Palacio de Gobierno de Perú en la Plaza de Armas de Lima).
Estos datos sirvieron para datar con exactitud el cadáver de Pizarro tras una autopsia (vídeo) en la que se detalla que murió por entre 16 y 20 heridas de espada, en ojo izquierdo, pómulo derecho, codo, vértebras torácicas, pecho, lumbares, estómago, siendo letal la de la garganta, viéndose un intento de decapitación y varias fracturas en el cráneo con un cántaro (parece que un poco de saña sí tenían).
Otros datos de la autopsia dicen que murió pasados los 60
años (bastante edad para la época), era de complexión robusta, con una estatura
mayor de 1'74 m, sufría de artrosis y artritis, con problemas en sus articulaciones
(lesiones en hombros propias de los que han luchado con espada y se han
defendido de los golpes), tenía hernias discales, sufría dolor y caminaba con
dificultad. Ya no podía cabalgar y comía solo vegetales. Tenía crecimientos
óseos en los talones, lo que indica que caminó mucho en su vida (se recorrió
América, y antes de cumplir 24 años, en Europa, luchó en los tercios, al mando
de Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán).
* Isla Gorgona: isla colombiana del Pacífico donde estuvimos buceando y viendo tortugas, tiburones y ballenas jorobadas en 2006 y en la que ya nos contaron que había sido descubierta por Diego de Almagro. En ella habita una pequeña serpiente marina letal y otras 40 especies de reptiles (entre ellas la boa constrictor).
** La descendencia de Francisco Pizarro (que no fue reconocido por su padre) merece un capítulo a parte: su primera esposa fue la hermana favorita de Atahualpa, Quispe Sisa, bautizada como Inés Huaylas Yupanqui, con la que tuvo dos hijos Francisca Pizarro Yupanqui y Gonzalo Pizarro Yupanqui que murió muy joven.
Francisca Pizarro Yupanqui fue llevada a España a la muerte de su padre y allí la casaron con su tío Hernando Pizarro (que también había regresado a España y era 30 años mayor que ella).
** La descendencia de Francisco Pizarro (que no fue reconocido por su padre) merece un capítulo a parte: su primera esposa fue la hermana favorita de Atahualpa, Quispe Sisa, bautizada como Inés Huaylas Yupanqui, con la que tuvo dos hijos Francisca Pizarro Yupanqui y Gonzalo Pizarro Yupanqui que murió muy joven.
Francisca Pizarro Yupanqui fue llevada a España a la muerte de su padre y allí la casaron con su tío Hernando Pizarro (que también había regresado a España y era 30 años mayor que ella).
Por su parte, Francisco Pizarro repudia a Inés Huaylas (por temas no muy claros) y se casa de nuevo con Angelina Huaylas Yupanqui (según unas fuentes esposa, según otras, hermana, del condenado Atahualpa), con la que tiene un hijo: Francisco Pizarro Yupanqui.
Madre del amor hermoso!!!
ResponderEliminarQué historia!!!
Y luego dicen de los romanos, estos españoles también tenían lo suyo en cuanto a traiciones, poca palabra de honor, asesinatos truculentos, matrimonios medio incestuosos, cornamentas varias y enfermedades diversas.
Se ve que los forenses curraron como nunca para identificar los restos, menudo tratado de medicina forense han expuesto!!!
Interesante documento, como siempre.
Besetes
PD: me fijo en el cuadro en la vestimenta de los conquistadores y me imagino que no ganaban para medias. Hay uno que llega medio regular y lo sacan en primer plano..…jajaja
Jajaja! Un besito.
ResponderEliminarComo me ha gustado este artículo de Atahualpa... Referido a Pizarro... Y ese paso vuestro por Gorgona....
ResponderEliminarMe ha encantado leerlo y recordar los 13 de Pizarro... Lo vimos juntos esos cuadros...
Como siempre.. Enhorabuena, magnífica Amelia