Muy tempranito, nos dirigimos a la playa de las Bachas, en el norte de la isla de Santa Cruz:
Esta sería la vista de la(s) playa(s), desde satélite:
A lo lejos, se oteaban las islas Daphne Mayor y Menor:
El tiempo y la hora hacían que la arena, muy blanca, se confundiera con el agua:
Un león marino jugueteaba alrededor de la barca:
En las rocas de la playa, varios bichejos se buscaban la vida de buena mañana:
Un zarapito.
Un canario maria macho.
Durante la Segunda Guerra Mundial, los norteamericanos dejaron en esta playa, unas barcazas (en inglés "barches") que dieron nombre a la playa:
Avanzando a lo largo de la arena, se llega a los
restos (pilotes semienterrados) de los muelles abandonados, creados por los estadounidenses en la Segunda Guerra Mundial:
Detrás de la playa, se crean pequeñas lagunas, donde, dependiendo de la época, pueden verse diversos tipos de aves migratorias. Los flamencos son los más afamados:
La luz del día ofrecía increíbles reflejos en el espejo de la laguna:
Las huellas y caminos que los flamencos dejan en el fondo de la laguna:
De vuelta, una garza morena buscaba comida entre las rocas:
Esta playa, es además, lugar de nidificación para tortugas marinas, por lo que es importante seguir los senderos, y nunca pasar por las dunas de arena.
Ya de regreso al mar, un aleta sospechosa intimidaba bastante. Según el guía se trataba de uno de los tiburones mas peligrosos que se pueden encontrar en Galápagos. Pero no recuerdo cuál... ¿tiburón tigre?
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