Cerca de Santiago hay algunos glaciares que se pueden visitar según condición física y temporada. Uno de ellos es el glaciar El Morado, que no se encuentra dentro de los terrenos del Monumento Natural El Morado (donde sí que está el glaciar San Francisco), sino al lado.
Los pormenore de la caminata de unos 10 kilómetros (ida y vuelta) y desnivel de 640 metros (unas 6 horas de duración), se pueden encontrar con detalle en la página http://www.wikiexplora.com/index.php/Glaciar_del_Morado.
Depende
de lo que se pueda recorrer en auto, será más o menos larga la caminata,
pero el camino se pone muy malo según se avanza, por lo que es altamente recomendable
llevar un 4x4.
Desde el auto (instalaciones de la Central Hidroeléctrica Alto Maipo?), en enero.
Algunas vistas del sendero aún transitable para el coche (enero).
Desde el auto en enero.
Vista parecida, ya en septiembre.
Básicamente, indicar que se puede llegar en coche hasta el sector que llaman "choriboulder". Lo de "boulder" siempre cuentan que es por las rocas o peñascos, "boulders" en inglés, existentes allí, pero lo de "chori" no he conseguido explicármelo aún.
Explanada choriboulder, en enero.
Explanada del choriboulder en septiembre.
Lo que podía apreciarse del río, al inicio de la caminata en septiembre
Algunas imágenes del principio de la caminata en septiembre:
Además, desde 2015 hay que solicitar con antelación, un permiso gratuito a vallelasarenas@gmail.com, porque es necesario atravesar con el auto unos terrenos pertenecientes al Parque Natural Privado Valle Las Arenas:
En esta vista de satélite, puede verse marcado en color morado, el lugar donde está el glaciar (con su laguna de color café, llena de sedimento), en rojo la frontera con Argentina (que queda al lado), y en amarillo el precioso embalse del río Yeso (con parte del recorrido que ya relaté en la entrada sobre él):
Otra cuestión es en qué temporada hacer la caminata. Si se trata de caminar, la época recomendada es de octubre a mayo (aunque en esos dos meses puede haber mucha nieve en el camino). Y si se quiere hacer esquí de fondo o randoneé, justamente los meses que restan (de junio a septiembre).
En verano, alrededor del mes de enero (que es cuando fuimos por primera vez), el sendero se ve claramente discurrir, al principio, próximo al río (aunque incluso pueden encontrarse aún zonas con nieve-hielo). Pero en septiembre (cuando incautos nos aventuramos a recorrerlo a pie por segunda vez), había tanta nieve que ni sendero, ni gaitas: sólo nieve, nieve y más nieve (y alguna que otra persona practicando randoneé).
Vista similar en septiembre.
El camino es entretenido, el paisaje espectacular, los colores de la montaña y todas las rocas que se encuentran al paso (se supone que incluso fósiles, pero no ví ninguno).
Hay placas de nieve-hielo en el recorrido, incluso en enero:
En septiembre, ya, ¿qué decir?:
Esquiadores de fondo (dos puntitos negros) bajando por el lateral de la cuesta que lleva al glaciar.
Toda la ida es en ascenso, pero el final del recorrido tiene una pendiente bastante exigente (400 metros, con 120 metros de subida).
Vistas hacia atrás en el último ascenso (enero).
Vistas desde el último ascenso (enero).
Vistas desde el último ascenso (pero en septiembre).
El final del ascenso tiene como recompensa avistar ya muy cerca el glaciar y su laguna. Y ahí, es conveniente llevar ropa de abrigo aunque sea verano, pues la proximidad de la gran masa de hielo hace que baje la temperatura.
El glaciar, pero en septiembre.
Detalle del glaciar y su laguna desde satélite.
Al regreso, unas nubes y su tormenta nos seguían en enero:
El camino de regreso en septiembre:
Hacia el auto en el choriboulder a la vuelta en septiembre.
Se supone que en esta zona hay incluso huellas de dinosaurios, pero yo no las encontré, ni en verano.
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