La localidad de Zapallar está situada en la costa del Pacífico, a unos 170 kilómetros de Santiago.
Es una población-balneario construída alrededor de una pequeña playa-ensenada rodeada de cerros.
La
historia "escrita" de este lugar data de 1590, cuando el sargento del ejercito español Francisco Hernández de Herrera y López, recibe tierras como recompensa por su participacón
en la Guerra de Arauco (entre españoles e indígenas mapuches y de otras
etnias, que se prolongó del 1536 al 1818); siendo Zapallar el puerto de embarque para el ganado, el trigo,
la cebada, el cáñamo y los minerales que Francisco Hernández explotaba en las tierras que le fueron entregadas.
Después de varios litigios y ventas de sus descendientes, en el siglo XIX se creó un balneario por iniciativa de Don Olegario Ovalle Vicuña. Y este regaló las tierras circundantes a amigos, con la condición de que edficaran en ellas en un plazo de dos años, consiguiendo así activar la urbanización del lugar con el trazado de calles y jardines. Actualmente está repleta de edificaciones de lujo con piscinas y jardines privados.
Y de algunas otras casas curiosas como esta, de tipo alemán, llamada casa Hildesheim (de 1924), por ser réplica de otra del mismo nombre del siglo XVI, en Baviera:
En el mismo Zapallar pueden verse montones de pelícanos en las zonas de roca:
Y a unos cuatro kilómetros, en la localidad de Cachagua, está la Isla de Cachagua (declarada Santuario de la Naturaleza en 1979), a la que no se puede acceder (salvo acercarse en barco), pero en la que de lejos pueden verse pingüinos de las especies de Humbolt y Magallanes:
Pingüino de Humboldt
Fuente Wikipedia: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/e/e3/Spheniscus_humboldti_%28Humboldt-Pinguine_-_Humboldt_Penguins%29_-_Weltvogelpark_Walsrode_2013-01.jpg
Pingüino de Magallanes
Y en la playa poduen encontrarse caracoles morados...
El paseo al borde del mar que une las localidades de Zapallar y Cachagua es medio acantilado:
Y deja ver el origen volcánico de la zona:
Por todas partes se recuerda el peligro ante terrmotos y tsunamis (por estar en la costa). Por cierto que por la noche sonó una sirena de sunami, pero fueron unos segundos, y decidimos no hacer caso (parecía una falsa alarma)...
Y es que en el Hotel Isla Seca de Zapallar, se estaba estupendamente:
Una chulada de sitio. No me extraña que no hicierais caso de la alarma….a mi que me lleve el tsunami antes que moverme de allí, jajaja
ResponderEliminarBesetes