El barrio de Recoleta en Buenos Aires, recibe este nombre porque aquí se asentó un convento de Padres Recoletos (franciscanos reformados, o "récollets") procedentes de Francia, en el siglo XVIII. Contruyeron un convento y una iglesia dedicada al la Virgen del Pilar, por lo que antiguamente también se conoció como barrio del Pilar y también es llamado "el París" argentino por la cantidad de inmigrantes franceses que este barrió recibió a partir de 1840.
Cruzando el puente peatonal que hay sobre la Avenida Presidente Figueroa Alcorta, se tiene esta vista de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires. Al final del edificio está el parque Plaza de las Naciones Unidas, con la gigante escultura metálica de una flor, construida por el arquitecto Eduardo Catalano, con materiales de una empresa aeronaútica: la Floralis Genérica:
Pesa 18 toneladas y mide 23 metros, y se supone que abre los pétalos por el día y los cierra de noche (salvo algunas especiales) iluminándose en su interior:
Este mecanismo no parecía funcionar el día que pasé a verla:
Luego, de camino a la Feria Artesanal Plaza de Francia (que se llena de puestos de artesanos los días festivos), se pasa frente a la Basílica de Nuestra Señora del Pilar o "La Recoleta" (el segundo templo más antiguo de Buenos Aires) construida gracias al mecenas aragonés Juan de Narbona y terminada en 1732:
Imagen en azulejos del Buenos Aires de 1794.
Al lado de la iglesia, en lo que fue el antiguo huerto del convento, se encuentra el famoso Cementerio de la Recoleta donde se están sepultadas importantes personalidades de Argentina desde 1822 (militares, políticos, escritores,...).
Posiblemte el más visitado sea el mausoleo de Eva Perón:
En el parque que hay frente a la basílica y cementerio, hay un árbol enorme llamado "Gomero de La Recoleta", de cuyo origen hay diversas versiones, pero una, le da origen a finales del siglo XVIII (1791). En cualquiera de ellas el árbol ronda los 200 años:
La base del tronco tiene unos 10 metros de diámetro, unos 40 metros de altura y algunas de sus ramas miden ¡más de 30 metros! (y en algunas zonas llegan a medir un metro de diámetro), lo que obliga a sujetarlas de diversas formas: con estatuas que parecen portarlas...
... o sujeciones a modo de muletas, ya que es imposible que tan enormes ramas se sostengan solas tan lejos del tronco. Hasta hay quien opina que todos los ficus que hay alrededor de este, son en realidad este (con su capacidad de extender ramas y raíces):
Justo al lado, está el famoso Café La Biela, declarado lugar de interés cultural de la ciudad en 1999. El nombre actual (antes se llamó "La Veredita" y "El Aero") data de los años '50, cuando en Argentina hubo gran aficción por el automovilismo, con Juan Manuel Fangio a la cabeza.
Otros clientes de este café fueron entre otros: Jorge Luis Borges, Adolfo Bioy Casares o Ernesto Sabato.
Después de un buen paseo por la Avenida Callao, se llega (en el cruce con la calle Santa Fe) a la librería Ateneo Grand Splendid, establecida sobre el que fuera el teatro Gran Splendid (de 1919), y considerada por el periódico "The Guardian" como la segunda librería más bonita del mundo:
La librería mantiene casi todo el mobiliario y arquitectura original del teatro, desde el telón del escenario, algunas butacas repartidas donde se pueden hojear los libros, hasta la pintura de la cúpula que es una alegoría de la paz, con la que se celebró el fin de la Primera Guerra Mundial:
En el escenario hay una cafetería-confitería, con piano para música en directo incluido:
Luego, a lo largo de la Avenida Callao, se van encontrando grandes baldosas en las aceras, con letras de famosas canciones dedicadas a la ciudad:
De Joaquín Sabina, "Con la frente marchita".
De Ismael Serrano, "Buenos Aires 2001".
Me gusta lo que veo.
ResponderEliminarBesetes